La nanotecnología en verdad es trabajar con los materiales a escala nanométrica, que para que os hagáis una idea es como si partiéramos un metro, la altura aproximada de un niño de 6 años, en mil millones de partes. Esto viene a ser trabajar con los átomos uno a uno, modificando las estructuras de los materiales para darles propiedades nuevas y asombrosas.
Parece ser que uno de los elementos que más potencial tendría para trabajar con él, nanotecnológicamente hablando, sería el carbono. Por ahora se han descubierto materiales como
- El grafeno y el grafano
La estructura del grafeno es hexagonal y es la resultante de separar el grafito, la mina de un lápiz por ejemplo, en capas de un átomo de grosor. El grafano es un derivado de este que consiste en enrollar esa estructura formando tubos o esferas.
Las aplicaciones que podrían tener todos estos materiales son casi infinitas en todos los campos. Desde medicamentos que actúen solo en las zonas específicas para la medicina, hasta nanoprocesadores o pantallas flexibles para el campo de la informática y las telecomunicaciones, pasando por tejidos que no se manchan, detectores de fugas de gases, tuppers que te indiquen el estado de la comida...
Algo que me ha llamado mucho la atención en todo lo que llevo haciendo el portfolio es que la mayoría de las veces se desarrolla una tecnología impresionante y que a la hora de llevarla a la vida real o de relacionarla con la demás tecnología, se queda ahí el asunto. Pero con esta tecnología no ha pasado así, en ninguno de los dos sentidos. Es aplicable a la vida real, de hecho ya se aplica en miles de objetos que tienen fibra de carbono, que no es más que estas estructuras de carbono hechas hilos y entretejidas; y se puede relacionar con otro tipo de tecnología, las impresoras 3D.
Las impresoras 3D, por si no sabéis lo que es, son una especie de impresoras que son capaces de construir maquetas y objetos en 3 dimensiones desde un diseño por ordenador. Estas impresoras están ahora en gran auge hasta el punto de comercializarse al público siendo fácil encontrarlas en internet.
Unas investigaciones recientes han conseguido unir estos dos grandes avances y fabricar nanocables de óxido de grafeno reducido con una impresora 3D.
Por ahora es imposible saber a dónde llevará todo esto, pero seguro que estas tecnologías todavía tienen mucho por descubrir.
Bibliografía:
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